martes, 8 de mayo de 2012

Un caso de verdad

He tenido suerte de conocer a una persona que me ha explicado su caso, y esto me ha hecho pensar mucho.
Esta persona tenía una enfermedad crónica, para la cual se medicaba y hacía controles y pruebas para controlarla, llevaba una vida que no le gustaba,  más que no le gustaba era que no la aceptaba,  estaba con una persona que la quería, pero ella no se sentia bien, le gustaba su compañia pero eso era todo, sentia que quería vivir otra vida, ni mejor ni peor pero diferente, mientrás todo esto pasaba por su cabeza, su enfermedad se hacía latente, hasta que un día vio la luz del camino que debía tomar, cambio varias cosas en su vida, todas las que no aceptaba, al poco de este cambio me explicaba que se sentía muy bien, incluso fue dejando poco a poco la medicación, ahora han pasado varios años, y la enfermedad crónica parace haber desaparecido, ya no se médica, y es feliz.
Es como si su cuerpo la estuviera empujando a cambiar las cosas, la hacía sentirse mal, incluso con una enfermedad. Ahora no tiene miedo a volver a encontrarse mal porque al ser feliz, todo fluye bien y no hay razón para que el cuerpo proteste.
No creo que todos los casos de gente que tiene enfermedades tiene que ser por razones similares, pero el de esta persona parece que si.
Nuestro cuerpo es muy inteligente y sabe como avisarnos.